Descripción
Mediante el sentido del tacto, el niño puede entrenar el reconocimiento y grafismo de las letras. El emparejamiento de los grafemas con el dibujo permite “escribir” las palabras y reconocer si estas son más largas, cortas,… Un juego que más allá de incitar al aprendizaje lecto-escritor des de muy pequeños (a partir de los 3 años), fomenta la sensibilidad táctil y estimula la consciencia fonológica.